Mantis (Orden Mantodea)

Por Antonio Martín, 30/01/2020

Mantis palo (Empusa pennata)

Arboleas, Almería. Julio 2014.

Esta mantis palo hembra (Empusa pennata) se desplaza por un antiguo lecho marino del Mioceno, lleno de fósiles de Turritella (caracolas). Las mantis adquieren el color del entorno que les rodea al mudar. Su nombre le viene de las criaturas de la mitología griega del mismo nombre, Empusas, asociadas al infierno y capaces de cambiar su aspecto para seducir a los hombres y después devorarlos. Sin embargo, esta especie no es tan dada como otros mantoideos a realizar el típico ritual de comerse al macho tras la cópula.

Tres Cantos, Madrid. Junio 2018.
Valle de Lecrín, Granada. Marzo 2012.

Los machos presentan alas y pueden volar, pero sobre todo destacan por sus antenas plumosas, que le dan nombre a la especie (penna=pluma). Estas ramificaciones les permiten detectar las feromonas del aire, para así desplazarse volando hacia donde estén las hembras. Las hembras sin embargo, ni vuelan ni tienen esas antenas, las cuales consisten en una estructura delgada. Aunque ambos sexos presentan esa estructura puntiaguda en su cabeza tan característica.

Cuando vemos estas imágenes, resulta obvio por qué llamamos a este animal mantis palo. Si a esto le sumamos que, cuando sopla el viento, se balancea de un lado a otro como si fuera una ramita, entonces tenemos a toda una experta del camuflaje. La verdad es que parece venida de otro planeta, ¿estará llamando a los suyos?

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