Adalatherium un fósil lleno de misterio

Su fórmula dental es I 2:1 C 1:0 PM 2:2 M 3:2. Los incisivos inferiores se proyectan hacia delante y apuntan hacia un mismo punto central. Los incisivos superiores parecen monofiodontos tienen un ángulo más vertical uniéndose en un tipo de oclusión difícil de interpretar que parece combinar las características de un roedor (ratón, ardilla, lirón..) con un pacedor (caballo, oveja…). La coronas y depresiones de los dientes no encajan con ningún mamífero actual. Parece que tiene una gran diastema a excepción de un canino superior de muy pequeño tamaño probablemente disfuncional. Los molariformes son 5 en la mandíbula superior (2 premolares y 3 molares) y 4 en la inferior (2 premolares y 2 molares). Todos los primeros premolares son considerablemente más pequeños que el resto de molariformes. Las crestas de los molariformes son ciertamente prominentes y cortantes sin llegar a ser muelas carniceras y el diente que presenta mayor tamaño, volumen, superficie y resistencia estructural justamente se ubica en el lugar de la mandíbula donde mayor torque se puede ejercer, lo más cerca posible del punto de apoyo (cóndilo articular). Las crestas de los molariformes no parecen tener un gran desgaste como el que cabría esperar en un rumiante. Por lo que su alimentación se aleja de la esperable por un solenodonto con crestas planas.

La oclusión es la disposición por la cual al cerrar la boca los dientes interaccionan entre ellos varía en función del tipo de procesamiento de comida. En nuestro caso esta oclusión es desfasada y principalmente secodonta por la forma en la que encajan los dientes entre sí, pero también se puede inferir un procesamiento del alimento más cercano al de un brunodonto. El cóndilo articular se encuentra muy cerca del plano de oclusión lo cual le confiere a la mordida una gran ventaja mecánica debido a la mayor proximidad de la resistencia con el punto de apoyo. Esta disposición permite que a modo de tijera ocluyan primero los molares y la oclusión avance hasta finalizar en los incisivos. Un tipo de oclusión propia de carnívoros o de grupos que necesiten ejercer una fuerza considerable. Dado que la dentición no tiene indicios claros de una alimentación predominantemente carnívora (ausencia de incisivos desarrollados) probablemente este tipo de oclusión tan fuerte esté adaptada a semillas y tubérculos duros.

Respecto a la musculatura craneal, tiene unos gruesos y voluminosos arcos cigomáticos además de una gran fosa temporal y masetérica que permiten una firme inserción muscular del temporal y el masetero, ambos músculos que cierran la mandíbula y que le confieren bastante potencia. Esta disposición en consonancia con lo mencionado anteriormente señala la necesidad anatómica de hacer frente a una gran resistencia estructural en su alimentación. Las crestas occipital y temporal no están muy marcadas. Tiene los dentarios muy desarrollados y procesos pterigoides marcados en la mandíbula inferior lo cual aumentaría más la fuerza de mordida y adelantamiento al tener una musculatura pterigoidal desarrollada. El digástrico no es muy potente dado que no tiene proceso articular y paraoccipital desarrollados poca fuerza de abertura. La cabeza en su conjunto tiene forma de ariete, una característica que se reconoce en muchos organismos excavadores como los anfisbénidos o los jabalíes.

Gran cantidad de pequeños forámenes que tapizan la región proximal del cráneo indican que tenía un hocico muy sensible con un gran número de terminaciones nerviosas que estarían conectadas a estructuras receptoras táctiles como las vibrisas. La cavidad nasal es muy grande con lo que su capacidad olfativa también está muy desarrollada. Esta forma de relacionarse con el entorno es propia de un organismo asociado a madrigueras. Pero no completamente fosorial dado que sigue manteniendo un ojo funcional de tamaño mediano por el diámetro de la órbita ocular. Los ojos están ligeramente orientados hacia delante confiriéndole una visión estereoscópica propia de un organismo que tenga los laterales protegidos por la madriguera. Las bullas timpánicas poco desarrolladas propia de una especie con mala audición y probablemente pabellones externos poco desarrollados. Otra reducción estructural propia de organismos excavadores es la de la cola, que esta presente en este ejemplo.

La posición del foramen magnum indica que tiene la orientación de la cabeza alineada al eje axial. el numero tamaño y disposición de las vértebras cervicales le confiere cierta movilidad en el cuello Tiene una locomoción cuadrúpeda pero las cinturas escapular y pelviana no coinciden en su disposición. Posiblemente su potencia de locomoción para el avance era ejercida desde la cintura pelviana con un movimiento reptiliano primitivo y las extremidades anteriores tendrían una función más orientada a dirigir y excavar. Su eje axial posterior tiene una gran cantidad de vértebras lumbares las cuales además tienen unos procesos muy pronunciados. En ellos se insertaría una fuerte musculatura asociada a la región lumbar y a las patas traseras que como he comentado son las responsables de la mayoría de la fuerza en el avance. Este alargamiento le permite tener un cuerpo típico de organismo fasorial, compacto y cilíndrico. El último factor que nos confirma esa estrategia vital son sus dígitos fuertes y robustos. Las falanges son gruesas por lo que su resistencia mecánica es grande, en vida le otorgarían a este mamífero unas garras excavadoras. Estas se situarían en la prolongación de una cintura escapular que ubica las patas delanteras debajo del cuerpo.

Conclusión, estamos ante un mamífero con una mezcla de características difícil de encajar en un grupo actual.

Su disposición dental presenta una oclusión en los incisivos propia de un herbívoro (probablemente de raíces, tubérculos o semillas), pero por otro lado tiene unas muelas con crestas y picos que recuerdan a las muelas carniceras de un carnívoro, aunque mucho más anchas y menos afiladas. Además los incisivos superiores tienen una orientación en la oclusión más vertical y parecida a la de un roedor o lagomorfo típico mientras que los incisivos inferiores son más parecidos a los de un pacedor. Sin embargo la oclusión molar semejante a la de un secodonto con esas crestas en tijera prominentes pero no lo suficiente para descartar una performance propia de un brunodonto como un jabalí.

Además, sus cinturas escapular, y pelviana parecen tener una disposición diferencial mamiferoide delante reptiliana detrás. Su esqueleto axial recuerda al de un mustélido (tejón, glotón) con un gran número de vertebras que prolongan la región lumbar, pero su cintura pelviana es propia de un mamífero basal como un sinápsido. Es por ello que probablemente su vida estaba asociada a algún nicho trófico o ambiental bastante específico y difícil de replicar de manera generalizada ya que no hay ningún gran grupo de mamíferos actual o extinto que comparta estas características.

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